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El gran dilema, el mate es argentino o paraguayo

¿El mate es argentino o paraguayo? La verdadera historia detrás de la infusión más famosa del sur

En cada sorbo de mate hay una historia. Una historia que se comparte entre amigos, que se hereda de generación en generación, y que trasciende fronteras. Pero también hay una pregunta que muchas veces divide en tono de broma —y a veces no tanto— a dos pueblos hermanos:

¿De dónde es realmente el mate: de Argentina o de Paraguay?

La respuesta no es tan simple como elegir un equipo de fútbol. Porque el mate no nació con una bandera, sino con un pueblo: los guaraníes. Y esa es la clave para entender esta historia.

canasta matera

Los verdaderos inventores: el pueblo guaraní

Mucho antes de que existieran Argentina o Paraguay como países, los guaraníes ya habitaban vastas regiones del sur de América: lo que hoy es Paraguay, el noreste argentino, el sur de Brasil y parte de Bolivia. Fue en ese territorio —rico, húmedo y verde— donde descubrieron las propiedades de una planta que cambiaría su forma de vivir: la yerba mate (Ilex paraguariensis).

Los guaraníes no solo tomaban mate: lo veneraban. Le atribuían cualidades curativas, energizantes y espirituales. Lo consumían en forma de infusión, a veces frío, a veces caliente, en comunidad o como medicina. Y esa costumbre ancestral es el verdadero origen del mate, mucho antes de cualquier nacionalidad.

yerberos materos

Jesuitas, colonos y la expansión del mate

Cuando los misioneros jesuitas llegaron a estas tierras en los siglos XVII y XVIII, aprendieron del saber guaraní y comenzaron a cultivar yerba mate de manera organizada. Gracias a ellos, el consumo se expandió a otras regiones del Virreinato del Río de la Plata y llegó incluso hasta Europa.

Durante la época colonial, tanto en lo que hoy es Paraguay como en el actual territorio argentino, el mate comenzó a formar parte del día a día. Pero fue en Paraguay donde la yerba se cultivó primero, debido a su clima y su geografía. Incluso durante la época independiente, Paraguay fue uno de los principales productores y exportadores de yerba mate.

Argentina y la popularización moderna del mate

Con el paso del tiempo, Argentina adoptó el mate como una parte central de su identidad nacional. El consumo se extendió a lo largo y ancho del país, especialmente en el litoral y las provincias del norte. Hoy, Argentina es el mayor productor y exportador de yerba mate del mundo, y también uno de los países donde más se consume por persona.

Las campañas de difusión cultural, los festivales del mate y el marketing moderno ayudaron a que la imagen del mate esté fuertemente ligada a la identidad argentina en el imaginario global. En otras palabras, aunque la costumbre nació en la región guaraní, Argentina fue quien la llevó al mundo.

Paraguay, la cuna ancestral

Aunque muchos relacionan a Paraguay principalmente con el tereré, lo cierto es que el mate caliente también es parte de su tradición, especialmente en el campo y en épocas de invierno. Y no hay que olvidar que la yerba mate nació en territorio que hoy pertenece en gran parte a Paraguay, y que fue allí donde se cultivó por primera vez de manera sistemática.

Por eso, muchos paraguayos reivindican con razón que la esencia del mate es guaraní, y por tanto, profundamente paraguaya.

Entonces… ¿de dónde es el mate?

La respuesta honesta es que el mate no es ni argentino ni paraguayo en exclusividad.

Es guaraní, ancestral, sudamericano. Es una tradición que no entiende de límites geográficos, pero que sí sabe de raíces profundas y de cultura compartida.

Argentina lo popularizó, Paraguay lo preservó desde sus orígenes, y ambos lo celebran como propio. Así como Uruguay lo elevó a símbolo nacional y Brasil lo incorporó en el sur como “chimarrão”.

Conclusión: el mate es de todos

Tal vez la verdadera riqueza del mate no esté en decidir a qué país pertenece, sino en entender que es un puente cultural entre pueblos hermanos. Cada vez que alguien ceba un mate, sin importar en qué lado del mapa esté, está honrando una historia común, un legado indígena y una forma de vivir más humana: la de compartir.

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Tereré: el alma fria de una tradición calidad

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Hay rituales que no necesitan palabras. Basta con un gesto, una mirada, un simple “¿tomamos un tereré?” para que la rueda de la confianza y la conversación empiece a girar. El tereré no es solo una bebida fría a base de yerba mate. Es una costumbre que late en el corazón del Paraguay y que, con los años, ha sabido echar raíces en otras tierras y otras almas.

Una herencia que se siente en la sangre

Yerba D´jango

La historia del tereré comienza mucho antes de que existieran fronteras. Fueron los guaraníes, pueblos originarios de Sudamérica, quienes descubrieron los secretos de la yerba mate (Ilex paraguariensis) y aprendieron a extraer de sus hojas no solo sabor, sino fuerza, energía y salud. Ellos ya lo bebían frío, directo de la naturaleza, cuando el calor apretaba y la selva ofrecía su sombra.

Con la llegada de los colonizadores y, más tarde, de las misiones jesuíticas, el hábito de tomar yerba cambió, se calentó, se formalizó. Pero en el corazón del Paraguay, el tereré se mantuvo intacto: simple, frío, puro, como la voz de un pueblo que se resiste a olvidar de dónde viene.

El arte de compartir

Quien no ha tomado un tereré, quizás no entienda su verdadero significado. Porque no se trata solo de calmar la sed o refrescar el cuerpo. Se trata de detener el tiempo, de reunirnos, de pasar el guampa de mano en mano como si fuera una ofrenda de amistad. Se toma en ronda, como el mate, pero en clima cálido, con agua fresca, y muchas veces con yuyos—hierbas medicinales y aromáticas—que no solo curan el cuerpo, sino que también reconfortan el alma.

Más que costumbre: una identidad

El tereré es tan profundamente parte del ser paraguayo que en 2020 fue declarado por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Pero incluso antes de ese reconocimiento internacional, ya lo sabíamos: el tereré es cultura viva. Se lleva al trabajo, se comparte en familia, se ofrece al amigo y al extraño por igual. Se toma en silencio o entre risas, con hielo o sin, con limón o menta, con burro o anís. Hay tantas formas de tomar tereré como personas que lo comparten.

Un símbolo que viaja

vasos doble capa

Aunque Paraguay es su cuna, el tereré ha cruzado fronteras. En el norte de Argentina, en el sur de Brasil, e incluso en comunidades paraguayas en el exterior, la guampa y el termo son compañía inseparable. Más que un hábito, el tereré es un vínculo con la tierra y con las raíces, con los afectos y los recuerdos.

El frío que abriga

Hay una paradoja hermosa en esta bebida: aunque se toma fría, el tereré abriga. Une. Nos saca del apuro cotidiano y nos obliga, al menos por un momento, a estar presentes. A mirar al otro. A escuchar. A compartir sin prisa.Y tal vez ahí esté su magia: en que no necesita nada más que agua, yerba y alguien con quien brindar

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te contamos un poco MÁS sobre el mate

Te contamos un poco más sobre el mate

🌿 El origen del mate: tradición, historia y cultura

El mate es mucho más que una bebida: es un símbolo de unión, amistad y tradición en varios países de Sudamérica. Su consumo está fuertemente arraigado en Argentina, Uruguay, Paraguay, sur de Brasil y Bolivia, aunque hoy en día ya se disfruta en muchas partes del mundo.

🌱 ¿De dónde viene el mate?

El mate se prepara a partir de la yerba mate (Ilex paraguariensis), una planta nativa de la región subtropical de Sudamérica, que crece principalmente en la zona conocida como la Cuenca del Plata (Paraguay, norte de Argentina, sur de Brasil y oriente de Bolivia).

Los guaraníes fueron los primeros en consumirla. La usaban como infusión, mascándola o bebiéndola en recipientes naturales. Para ellos, la yerba mate tenía un valor sagrado y medicinal, ya que aportaba energía, ayudaba en los largos recorridos por la selva y se consideraba un regalo de los dioses.

☕ El mate en la época colonial

Con la llegada de los colonizadores españoles, el consumo de mate se expandió rápidamente. Los jesuitas, en especial, jugaron un rol clave: organizaron las primeras plantaciones sistemáticas de yerba mate en las reducciones, lo que permitió que su consumo pasara de ser indígena a convertirse en una costumbre popular y cotidiana.

🌍 El mate hoy en día

Actualmente, el mate es una tradición que trasciende fronteras. No solo se lo toma de la manera clásica —con yerba, agua caliente y bombilla— sino que también existe el tereré (con agua fría o jugo, típico de Paraguay) y variantes como el mate cocido, más parecido a un té.

Además, la yerba mate ha llegado a mercados internacionales, utilizada en bebidas energéticas, tés fríos, suplementos y productos gourmet, debido a sus propiedades antioxidantes, su aporte de cafeína natural y sus beneficios para la digestión.

🤝 El significado cultural

Más allá de sus propiedades, el mate representa compartir. Pasar el mate de mano en mano es un acto social, un ritual que une a las personas y crea momentos de conversación, confianza y comunidad.

El origen del mate: tradición, historia y cultura

El mate es mucho más que una bebida: es un símbolo de unión, amistad y tradición en varios países de Sudamérica. Su consumo está fuertemente arraigado en Argentina, Uruguay, Paraguay, sur de Brasil y Bolivia, aunque hoy en día ya se disfruta en muchas partes del mundo.

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¿De dónde viene el mate?

El mate se prepara a partir de la yerba mate (Ilex paraguariensis), una planta nativa de la región subtropical de Sudamérica, que crece principalmente en la zona conocida como la Cuenca del Plata (Paraguay, norte de Argentina, sur de Brasil y oriente de Bolivia).

Los guaraníes fueron los primeros en consumirla. La usaban como infusión, mascándola o bebiéndola en recipientes naturales. Para ellos, la yerba mate tenía un valor sagrado y medicinal, ya que aportaba energía, ayudaba en los largos recorridos por la selva y se consideraba un regalo de los dioses.

El mate en la época colonial

Con la llegada de los colonizadores españoles, el consumo de mate se expandió rápidamente. Los jesuitas, en especial, jugaron un rol clave: organizaron las primeras plantaciones sistemáticas de yerba mate en las reducciones, lo que permitió que su consumo pasara de ser indígena a convertirse en una costumbre popular y cotidiana.

El mate hoy en día

Actualmente, el mate es una tradición que trasciende fronteras. No solo se lo toma de la manera clásica —con yerba, agua caliente y bombilla— sino que también existe el tereré (con agua fría o jugo, típico de Paraguay) y variantes como el mate cocido, más parecido a un té.

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Además, la yerba mate ha llegado a mercados internacionales, utilizada en bebidas energéticas, tés fríos, suplementos y productos gourmet, debido a sus propiedades antioxidantes, su aporte de cafeína natural y sus beneficios para la digestión.

El significado cultural

Más allá de sus propiedades, el mate representa compartir. Pasar el mate de mano en mano es un acto social, un ritual que une a las personas y crea momentos de conversación, confianza y comunidad.

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